Los agapornis son unos pequeños loros de plumaje colorido y cola corta que suelen ser muy sociables. Su nombre deriva del griego ágape (‘amor’, ‘afecto’) y ornis (‘ave’), también se les llama “inseparables” o “loritos del amor”. Todos sus nombres hacen referencia a los fuertes vínculos que establecen con su pareja. Es habitual ver al macho y la hembra arreglarse las plumas el uno al otro o acurrucarse juntos.

Pareja de agapornis en una ramaSuelen medir unos 12 – 15 centímetros de longitud y se caracterizan por un pico fuerte y curvo. Son unas aves longevas que tienen una media de vida entre 8 y 12 años, suelen tener una carácter alegre y cariñoso a la vez que son muy inteligentes, sociables y curiosas. Es por ello que se les puede adiestrar fácilmente. Su carácter sociable implica también que pueden resentir mucho la soledad, mostrándose triste o apático. Es por ello que se suele recomendar tener una pareja de ellos para que se hagan compañía.

Les gusta mucho volar y ejercitar sus alas durante el día, lo que puede ser una oportunidad para el adiestramiento y, además, ayudará a crear un fuerte vínculo entre ave y humano. En cualquier caso, es aconsejable dejarle salir de la jaula durante el día y permitirle volar por la casa. Aunque es algo que sólo debe hacerse una vez el agapornis haya cogido confianza con su dueño y el resto de personas de la casa. Es buena idea al principio soltarlo en una habitación con la puerta cerrada para que se vaya acostumbrando antes de permitirle explorar la casa entera. Eso sí, recuerda siempre tener todas las ventanas cerradas antes de dejarlo salir de su jaula. Cuando se canse del ejercicio, generalmente, volverá por sí mismo a la jaula pero si no lo hace, será suficiente con tentarle con algunos snacks.

La jaula

El agapornis necesita una jaula amplia que le permita moverse con libertad. Suele aconsejarse que tenga 1 metro de largo x 0,5 metros de ancho x 0,5 metros de alto para que una pareja habite en ella. Es preferible buscar una jaula rectangular, ya que su vuelo es horizontal y necesitan las esquinas para usarlas como puntos de referencia. No es recomendable usar una jaula redonda, ya que éstas pierden ese punto de referencia y eso les suele crear inseguridad. También  hay que tener en cuenta que les suele gustar trepar por las paredes, por lo que es aconsejable que la jaula tenga barrotes horizontales a los que puedan agarrarse con las patas o el pico.

Debe colocarse en un lugar tranquilo y relajado, lejos de corrientes de aire, luz directa y estímulos agresivos. Es aconsejable ponerla en un lugar donde dos de sus laterales estén pegados a la pared, lo que le dará una sensación de seguridad.

La jaula debe tener algunos palos o perchas donde puedan apoyarse que se deben cambiar cada cierto tiempo. Se suelen recomendar las perchas de ramas naturales que les permiten limarse las uñas y hacer algo de ejercicio saltando de una a otra, además de embellecer la jaula.

Por supuesto, también hay que añadir los comederos y bebederos necesarios, así como una pequeña piscina, especialmente en verano. Como muchas aves, los agapornis disfrutan de un buen baño, que además les ayuda a prevenir la aparición de ácaros o piojos.

Los agapornis necesitan volar fuera de la jaula

Alimentación

La base de su alimentación debe ser pienso de calidad, específico para agapornis. Pero también se les debe dar fruta y verdura, la segunda en menor cantidad. Entre las frutas que puedes darle están la cereza, frambuesa, fresa, granada, higo, kiwi, mandarina, mango, manzana, melocotón, melón, naranja, nectarina, pera, piña, plátano, pomelo, sandía o uva. Mientras que las verduras apropiadas para ellos son acelga, achicoria, berro, brócoli, calabacín, calabaza, coliflor, diente de león, endibia, escarola, espinacas, guisante, judías verdes, lechuga, lombarda, maíz, pepino, pimiento, tomate o zanahoria. Cada agapornis es un mundo, al igual que a nosotros, unas frutas y verduras le gustarán más que otras. Ve probando y averigua sus gustos. Recuerda asegurarte de que siempre tenga a su disposición agua fresca y limpia.

También es imprescindible que le facilites un hueso de jibia para que lo picotee y reciba así la dosis necesaria de calcio. 

Por último, es importante que sepas que hay ciertos alimentos prohibidos que pueden resultarles muy dañinos e incluso mortales. Nunca le des aguacate, patatas, calabaza, carne, café, perejil, bebidas alcohólicas o gaseosas, chocolate, dulces o alimentos salados. Tampoco se les puede dar nunca de beber leche, ya que les puede producir serios problemas digestivos.

El entretenimiento es importante para los agapornisEntretenimiento

Como dijimos al principio, los agapornis son aves muy alegres y curiosas. Es un pequeñín lleno de vitalidad que necesita gastar sus energías y entretenerse haciéndolo. Por ello debes proporcionarle juguetes dentro de la jaula como escaleras, columpios, cuerdas, etc. Pero ten en cuenta no saturar el espacio, tener muchos juguetes no servirá de nada si no puede moverse libremente. Además, es importante que no le añadas ningún espejo entre sus juguetes. No es recomendable poner espejos a aves.

Muchas personas usan el adiestramiento de sus agapornis como un modo de diversión en familia, les hará felices revolotear por la casa mientras lo hacéis juntos y además fortalecerá vuestro vínculo.

Consejos Finales
    • Hay muchas golosinas disponibles en el mercado para estas aves, pero es importante controlar la cantidad porque son propensos a engordar. De ahí la importancia de acostumbrarles a que una caricia o una alabanza también son premios.
    • Es importante tener presente que nunca se le deben dar besos a las aves por el riesgo de transmisión de enfermedades.
    • Si vas a intentar adiestrarlo, recuerda no superar nunca los 20 minutos en cada sesión para que no se agoté.
    • Si en la primera fase de vuestra relación, mientras os estáis conociendo te picotea la mano al darle de comer, tienes que intentar no apartarla. Si lo haces, es posible que asocie la idea de que su pico sirve para atacar.
    • Debes intentar estar tranquilo cuando vayas a tocarlo mientras establecéis un vínculo al comienzo de vuestra relación, si estás nervioso él lo notará y también se pondrá nervioso.
    • No le grites nunca, esto genera miedo y desconfianza.

 

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Con nuestros cuidados solo les devolvemos una pequeña parte del amor que nos dan. Por eso en clínica veterinaria Canopus los tratamos como en casa.

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