Oruga procesionaria o procesionaria del pino

La oruga procesionaria o procesionaria del pino es un insecto que seguro has visto alguna vez y que puede ser muy peligroso para nuestras mascotas. Es una oruga negra con rayas naranjas que suele verse en campos y parques. El cambio climático de los últimos años ha hecho que cada vez aparezcan antes y en más lugares, en algunas zonas han llegado a verse incluso en diciembre. El cambio a temperaturas más altas ha provocado también que su ciclo cambie en algunos lugares, llegando a haber dos ciclos al año en vez de uno.

En su ciclo normal, aparecen de febrero a abril debido al cambio de temperatura que supone el final del invierno y el comienzo de la primavera. Es entonces cuando se ven andando por el suelo, generalmente en forma de procesión una tras otra – de ahí su nombre.

Aunque puede parecer inofensiva, esta oruga puede ser muy peligrosa para personas y animales. En personas pueden provocar urticarias y reacciones alérgicas muy fuertes, especialmente en niños que son más vulnerables. Sin embargo, en perros y gatos pueden incluso llegar a causar la muerte.

Cada oruga está cubierta por unos 500.000 pelos impregnados de una toxina termolábil llamada Thaumatopina, de ahí el nombre científico de la oruga procesionaria: Thaumetopea Pityocampa. Son estos pelos urticantes los que provocan el daño, se desprenden de ellas al caminar y especialmente cuando se sienten amenazadas, como mecanismo de defensa. Estos pelos, al desprenderse, flotan en el aire y pueden ser desplazados por el viento, de ahí que el riesgo no exista sólo al contacto. Hay que tener en cuenta que estos pelos pueden quedar esparcidos en las zonas por las que se desplazan las orugas o en los lugares donde caen los nidos desde los árboles.

Nido con oruga procesionaria del pino

A veces, los perros curiosos se acercan demasiado a estos insectos, pueden intentar olerlos y pueden llegar incluso a lamerlos. También pueden recoger los pelos con las patas, lo que les provocará una picazón que les llevará a lamerse la pata y de ahí el pelo puede acabar en la garganta. Una vez el pelo llega a la boca provoca picazón, hinchazón y posibles vómitos. Hay que estar atento a pequeñas manchas blancas en la boca y en la lengua, babeo y masticación excesivos. El contacto con la garganta provoca una hinchazón que puede impedir al animal respirar y llegar a causar incluso la muerte por asfixia. En algunos caso, se produce necrosis en la lengua que hace necesaria la amputación parcial de ésta. Por ello es necesario acudir lo antes posible a un veterinario, donde el animal es tratado para parar el avance de la situación.

Es fácil detectar si un perro se ve afectado por la procesionaria porque notará inmediatamente un picor intenso en la zona afectada y la zona presentará una irritación cutánea enrojecida que irá aumentando rápidamente. El perro intentará empezar a rascarse con las patas y dejará la lengua fuera de la boca por la inflamación, los labios también se inflamarán y el perro comenzará a mostrarse muy nervioso y excitado. Es posible que vomite o que la lengua y los labios cambien de color. Es importante lavar la zona con agua limpia rápidamente, a ser posible agua templada, y llevarlo a un veterinario urgentemente.

Si practicas senderismo con tu perro debes tener especial cuidado en las zonas de pinos, que son los árboles donde suelen encontrarse los nidos. Aunque también pueden verse en abetos y cedros. Cuando las temperaturas comienzan a cambiar, estas orugas abandonan sus nidos en busca de un suelo blando donde poder enterrarse para formar la crisálida y pueden recorrer 30 o más metros para encontrar el lugar adecuado. También es habitual que bajen del árbol en busca de comida, yendo de árbol en árbol si lo necesitan.

Los nidos son blancos, como algodones de azucar, y puede llegar a medir unos 20 centímetros. Además, puede haber varios en un árbol.

El mejor consejo que se puede seguir es evitar las zonas donde haya orugas procesionarias, generalmente zonas con pinos, entre febrero y abril. Y si crees que tu perro se ha visto afectado es necesario acudir a un veterinario rápidamente.

Dejar un comentario

Con nuestros cuidados solo les devolvemos una pequeña parte del amor que nos dan. Por eso en clínica veterinaria Canopus los tratamos como en casa.

Escríbenos